"La única forma de que no se acumulen
bacterias es reponerlos con frecuencia", comentó Miguel Vicente,
profesor de Investigación del CSIC en el Centro Nacional de
Biotecnología y miembro de la Unión Internacional de Sociedades
Microbiológicas. Según los autores del estudio, la mejor manera de
mantener una buena higiene es cambiarlas cada semana, algo que muy pocos
hacen y lo que es más grave las empresas de limpieza tampoco llevan un
control exahustivo.
Estropajo y bayeta para limpiar |
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha valorado la efectividad de estos procesos de desinfección en una test llevado a cabo con la ayuda de sus miembros y determina que el agua con lejía (al 10%) es áltamente efectivo cuando se dejan en remojo durante 5 minutos los estropajos y bayetas. Como alternativa, enjuagarlos con agua, escurrirlos y dejarlos secar también resulta efectivo para eliminar los gérmenes. El resto de procesos de limpieza analizados y probados, como en lavavajillas o microondas fracasó, puesto que resistieron en las bayetas el 17% de los aerobios mesófilos (que indican la salubridad de los alimentos), y un 36% en los estropajos. Un minuto de microondas no evitó que sobreviviera el 19% de las enterobacterias ni el 40,5% de los microbios aerobios mesófilos.